Usualmente depende de la gravedad del sismo y la zona territorial donde ocurre para determinar los protocolos a seguir, sin embargo, existen una serie de acciones básicas para evaluar edificaciones de acero después de un movimiento sísmico, y determinar si existen daños en la estructura. 

Aún cuando no se presente un colapso, los daños estructurales provocados por un sismo pueden ser tales que no resulte económicamente viable reparar el inmueble, en ese caso la construcción se declara perdida. La evaluación permite a los ingenieros encargados de la edificación sacar este tipo de conclusiones, además de, por supuesto, determinar si es seguro seguir en el edificio. 

La detección correcta de los daños también permite reducir la vulnerabilidad en obras nuevas y refuerza la seguridad sísmica en edificaciones existentes.

Es importante la participación activa de un ingeniero especialista durante cada una de las etapas del proyecto de construcción para supervisar, de manera oportuna, que las obras cumplan con las características necesarias para soportar un sismo. Si desde un principio se elige una configuración estructural desventajosa, puede ser imposible lograr un edificio sano aún cuando el diseño sea el correcto. 

Cuando el daño está hecho, reforzar las conexiones dañadas de acero de un edificio es corregir, tarde y con un costo elevado, lo que debió evitarse durante las etapas de diseño y construcción.

Un caso de estudio que ha permitido mejores protocolos de construcción y seguridad, es el de los daños ocasionados por el sismo ocurrido en septiembre de 1985 en la Ciudad de México. El proyecto de evaluación de daños se resume en lo siguiente:

  • Problemas estructurales severos por la eliminación de muros que resistían los movimientos sísmicos. 
  • Pandeo general de diagonales contraventeo concéntrico en X.
  • Pandeo local en columnas de cuatro placas.
  • Insuficiente ductilidad en estructuras de marcos rígidos con vigas.

Esto demostró que varios de los daños se debió a negligencia por parte de los encargados de proyecto. Desde entonces, se le dio más importancia a prevenir daños por acontecimientos sísmicos.

A continuación se desglosan los pasos a seguir para evaluaciones estructurales tras sismos fuertes. 

Evaluación preliminar 

Consiste en una evaluación ocular de la estructura. Se detectan los daños, el estado del sistema estructural y el comportamiento general del edificio tras el acontecimiento. Así mismo se destaca información relevante como su ubicación, el tipo de uso, el número de pisos, superficie construida, etc. El objetivo principal es clasificar las edificaciones que muestran mayor riesgo estructural.

Evaluación detallada

En este paso se identifican y describen los daños ocasionados en los elementos estructurales. Se destacan la existencia de grietas en losas, trabes, columnas, uniones, muros y placa base; así como la existencia de hundimientos, desplomes y daños en elementos no estructurales como escaleras, elevadores, fachadas, plafones, entre otros. 

Posteriormente y, de acuerdo a diversos factores, se determinará qué hacer con la edificación.


En conclusión, se deben tomar en cuenta las medidas de seguridad estructural pertinentes previo a la construcción de un edificio de acero alto, especialmente en zonas de riesgo elevado. Territorios como el de la CDMX, donde el suelo es blando, obligan a diseñar estructuras optimizadas para soportar el movimiento sísmico. En Plesa Steel revisamos personalmente cada una de las piezas creadas en nuestras instalaciones, asegurándonos de brindarte materiales seguros para tus proyectos. Conoce más sobre nuestra variedad de productos.