Contar con protección sísmica en edificios es una de las prioridades de la ingeniería moderna al diseñar la estructura de un proyecto de construcción en la actualidad. Este tipo de protección, por supuesto, varía dependiendo de la zona en la que se construya el inmueble y las características estructurales de la edificación.

Los materiales con los que se construyen los edificios responden de manera diferente a los impactos sísmicos, y por supuesto, este factor es fundamental al determinar el tipo de sistema de protección que se deberá instalar.

En este artículo te platicamos sobre las opciones principales que existen para la protección de edificaciones de acero ante los eventos sísmicos.

Características de las estructuras de acero

Antes que otra cosa, es importante determinar cuáles son las características principales de las estructuras de acero y cómo se comportan ante el movimiento sísmico. Entre las principales encontramos:

• Son ligeras gracias a que el acero, por sí mismo, es un material que pesa menos que otros de los utilizados para construir.
• Las dimensiones de las piezas estructurales suelen facilitar la instalación de disipadores de energía.
• Cuentan con una amplia ductilidad del material de construcción, lo que permite niveles de disipación de energía que no son posibles con otros materiales.
• Ofrecen amplias oportunidades de transformación debido a que el acero es un material versátil.

Tipos de disipadores de energía en edificios de acero

Teniendo en cuenta las características del acero, ahora es momento de hablar un poco sobre los sistemas que pueden proteger de un sismo a estas estructuras.

Una de las dos soluciones más utilizadas en la industria, son las que operan de forma pasiva dentro de la estructura de un edificio, son conocidos como disipadores sísmicos pasivos. 

Estos se caracterizan por aprovechar al máximo las capacidades del material, disipando la energía durante la deformación de los elementos de acero, evitando así que el daño llegue a los pilares estructurales. Generalmente se instalan como llaves que ayudan a eliminar la energía de entrada del sismo en función al desplazamiento del inmueble.

Por otro lado, ya existen en el mercado los dispositivos sísmicos inteligentes. Este tipo de tecnología opera reaccionando al movimiento sísmico sólo cuando se dan estos acontecimientos. En términos generales, estas soluciones utilizan la fuerza modulada de las aceleraciones que golpean al edificio para reducir las oscilaciones.

Esta tecnología se suele instalar en el techo de los edificios y se recomienda para inmuebles medianos a grandes.

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